Representantes de grandes refresqueras que generan hasta 40 mil millones de pesos al año por sus ventas en América Latina, corporaciones mediáticas como TV Azteca, y legisladores de la oposición se preparan para la batalla en torno a la propuesta del gobierno de Claudia Sheinbaum de aumentar en 1.43 pesos por litro el impuesto sobre refrescos y otras bebidas azucaradas, una medida que entraría en vigor en 2026.
La razón que impulsa esta medida, según el Gobierno de México, es el alarmante costo que representan para el sistema de salud las enfermedades relacionadas con el consumo excesivo de bebidas azucaradas. En México, más de 100 mil personas mueren cada año a causa de la diabetes, y los gastos en tratamientos médicos asociados a este y otros padecimientos vinculados al consumo de refrescos suponen una carga financiera significativa para el sistema público de salud.
De acuerdo con reportes del Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS), entre 2021 y 2024 se destinaron 188 mil millones de pesos para la atención de pacientes con diabetes mellitus, lo que equivale a un promedio de 47 mil millones de pesos anuales. En 2024, el IMSS atendió a 3.6 millones de pacientes con diabetes, lo que implicó un desembolso de 38 mil 800 millones de pesos en recursos públicos para su atención.
