La Organización de Estados Americanos (OEA) presentó este viernes 6 de junio su informe preliminar sobre las elecciones judiciales celebradas en México el pasado 1 de junio, en las que por primera vez la ciudadanía eligió a ministras y ministros de la Suprema Corte de Justicia de la Nación mediante voto popular.
El documento fue elaborado por una misión de observación electoral compuesta por 16 personas de 10 nacionalidades, encabezada por el excanciller chileno Heraldo Muñoz Valenzuela.
En su evaluación, el organismo internacional expresó serias preocupaciones tanto por el bajo nivel de participación ciudadana como por la posible falta de autonomía e independencia de los jueces electos respecto al Poder Ejecutivo.
“La Misión considera necesaria una reflexión integral respecto a la naturaleza de este proceso y la forma en que ha sido llevado adelante, a la luz de que más del 85% del electorado no ha mostrado interés en participar”, destaca el informe.”
Principales observaciones de la OEA
A lo largo del documento, la misión internacional subraya diversos puntos críticos sobre el proceso judicial-electoral:
Campañas poco transparentes: Las principales candidaturas fueron promovidas mediante “acordeones físicos y virtuales”, que no detallan plenamente sus perfiles.
Baja participación ciudadana: Apenas el 13% del electorado acudió a las urnas, lo que convierte a esta votación en una de las de menor participación en América Latina.
Alto número de votos nulos y no marcados: Otro indicador que refleja el desinterés o confusión de los votantes.
Fuerte influencia del Poder Ejecutivo: “Seis de los nueve ministros (as) fueron postulados por el comité del Poder Ejecutivo”, indica el informe. Las tres restantes ya formaban parte de la Corte, nombradas por el expresidente.
Modelo sin precedentes y con riesgos
A diferencia de otros procesos electorales en el mundo, la elección judicial mexicana no tiene comparación directa, y eso preocupa a la OEA. El informe apunta que:
Es indispensable evaluar si el modelo actual de selección de autoridades judiciales a través del voto popular […] contribuye a fortalecer los principios fundamentales de la administración de justicia; o si, por el contrario, acaba debilitando la transparencia, imparcialidad, eficacia e independencia del Poder Judicial”.
Además, recalca que este tipo de reformas deben hacerse con un enfoque técnico y gradual:
Resalta la importancia de que toda reforma al modelo de selección de jueces se haga de manera gradual, a partir de un debate verdaderamente plural y, sobre todo, con base en un diagnóstico comprensivo, técnico y profesional”.
Sin evidencia de fraude ni crimen organizado
Aunque el proceso fue tildado de “sumamente complejo y polarizante”, el informe no menciona indicios de fraude electoral ni señala vínculos con el crimen organizado. Esto refuerza que las preocupaciones de la misión están centradas en el diseño del modelo, no en su ejecución logística.
Su conclusión: Nuevo sistema de elección judicial es un modelo no recomendable
La evaluación cierra con una advertencia:
La Misión no recomienda que este modelo de selección de jueces se replique para otros países de la región”.